Arpilleras

Claudia Rojas
Claudia Rojas

La arpillera en palabras de Claudia Rojas

Mi arpillera es de donde yo vengo. Somos del campo, es un corregimiento del municipio de la Victoria Valle. Donde yo vivo en frente de mi casa hay montañas, tenemos una finca, hay vacas. Cerca de la casa en el pueblo pasa el Río Cauca. Es un pueblo muy tranquilo donde los vecinos son amigos y se conocen todos desde la infancia. Somos muy unidos en ese sentido. Para mí, mi pueblo es muy bonito. 

Dalia Argüello
Dalia Argüello

La arpillera en palabras de Dalia Liseth Argüello Mosquera

Mi arpillera tiene en la parte de arriba los colores vivos de mi país. Esta casa es donde vivíamos cuando éramos pequeños. Al lado de la casa había un río y en el patio había un árbol grande con un columpio. Ahí jugamos mucho con mis dos hermanos, quienes están representados aquí. En la parte de Antofagasta está el cerro. Hice casas pequeñas que representan los campamentos donde vivimos, y la que se encuentra ahí es mi madre, quien está muy dedicada a la organización del campamento. Y aquí el mar, porque desde el cerro miramos hacia abajo y vemos mucho mar. Eso es muy bonito.

Emilse Robledo
Emilse Robledo

La arpillera en palabras de Emilse Robledo

Mi arpillera se llama 'Gratitud'. Todos estos colores que ves acá es como si yo cerrara mis ojos y viajara hasta mi pueblo. Y acá están los cerros de Antofagasta. Ver los cerros me remonta a cuando llegué aquí con una maleta llena de ilusiones, de sueños, de deudas. Lo que hice aquí es una combinación entre río y mar. Acá en esta maleta están plasmados los seis países donde Dios me ha permitido ir, que ha sido un sueño. La iglesia que está acá es mi todo. Y por acá están mis hijas, estoy yo, y está mi esposo. La familia que conformamos actualmente por la bendición de Dios.


Idalia Rivera
Idalia Rivera

La arpillera en palabras de Idalia Rivera

Mi arpillera refleja la multiculturalidad que tenemos en el campamento donde vivo. Vivo en un campamento rico. Rico en multiculturalidad, en conocimientos, en infancia, en diversidad. Es un campamento que lo hicimos nosotros. Siendo un desierto, lo convertimos en un paisaje. Es un pueblo bien construido, construido con fe, con fortaleza, con una mano de obra que viene del amor. En los talleres de arpillera he podido recrear eso. En los talleres nos sentamos, dialogamos, trabajamos. Hacemos historias.

Isabella Ville
Isabella Ville

La arpillera en palabras de Isabella Ville

Mi arpillera representa mi ciudad, pues para que conozcan cuan hermosa es. Es un clima tropical, se llama Palmira por las palmeras. Tiene aeropuerto, tiene fábricas agrícolas. La iglesia de Palmira es muy bonita. Tiene un reloj grandísimo, en todo el centro usted mira ahí donde sea y se sabe qué hora es. Palmira es una ciudad muy acogedora pero también es muy peligrosa, muy violenta. Llevo mi ciudad siempre presente.


Luz Amparo Uribe
Luz Amparo Uribe

La arpillera en palabras de Luz Amparo Uribe Noreña

Mi arpillera representa el campo cerca de Medellín y el mar de aquí, de Antofagasta. Quería reflejar en la parte inferior un dibujo que hice cuando estudiaba en la primaria, que fue uno de los que ganó un premio. Representa el campo donde pasaba las vacaciones de mi niñez—la quebradita, el puente, el bosque. Allá es donde crece el café, es montañoso y muy verde. Y en la parte superior está el mar de Antofagasta. Como migrante, me ha impactado el mar, que está siempre ahí. Todos los días lo veo al ir a trabajar. Y en el verano es delicioso ir, súper rico.


 Miryan Montoya Gutiérrez
Miryan Montoya Gutiérrez

La arpillera en palabras de Miryan Montoya Gutiérrez

Mi arpillera representa el lugar donde vivo en Genesis II, Antofagasta. Hay un balcón en la casa donde vivo, y en el balcón mira uno y está el mar, se ven los botes. Y acá están las gradas para subir a la casa, que está en la loma. La entrada de la casa la tiene muy linda mi hermana, mucha flor en su jardín. Y acá estamos unas personas en el balcón, yo, mi hermana, la vecina que está al ladito.


Pepita
Pepita

La arpillera en palabras de Pepita

Mi arpillera se trata de las funciones que estoy realizando acá en Chile. Cuando primero llegué me salió un trabajo para cuidar a dos niñas. La familia era bella gente conmigo. Allí estuve dos años con contrato. Y durante ese tiempo mandé a apostillar mis certificados porque quería trabajar en enfermería aquí. Ahora en lo diario mi trabajo es tratar con pacientes, administrar los medicamentos, controlar sus signos vitales. Gracias a Dios hasta hora me ha ido bien. Mi profesión es una vocación. 

R.A.R.T
R.A.R.T

La arpillera en palabras de R.A.R.T

Mi arpillera se trata de lo que hemos vivido desde que llegamos acá con mi hermana y mi mamá. Ha sido mi primer viaje. Es tan diferente todo: cómo hablan, las comidas, todo. ¡Todavía no he salido tanto porque me pierdo! Pero cada vez salgo un poquito más. El mar no lo conocí. Acá fue la primera vez. Me ha parecido lindo, grande.


Yully H.
Yully H.

La arpillera en palabras de Yully H

Mi arpillera se trata de una partecita de mi vida aquí en Chile. Cuando recién llegué, puse un puesto vendiendo fritanga. Empanadas, papa rellena, chicharrón, chuzos de carne, de todo un poquito. Empecé a trabajar en una empresa de aseo también, pero nunca dejé la fritanga. Me iba súper bien. Después, por la pandemia, por el frío, bajó demasiado. Estoy pensando ahora en hacer desayunos. Me levanto a las seis de la mañana, a las siete ya el fuego está prendido para que los niños vayan al colegio con una masita, un líquido.



Yury López
Yury López

La arpillera en palabras de Yury López

Mi arpillera se trata de mi antiguo trabajo. Hace un tiempo llegué a la casa de una familia chilena que prácticamente me adoptaron como una hija. Fue una bendición de Dios. Ahí aprendí muchas cosas de los abuelos. La abuelita tenía Alzheimer degenerativo con vejez prematura. Cuando yo llegué, ya no caminaba. Pero yo le hacía masajes y terapias y así poco a poco empezó a volver a caminar. Todo el tiempo estuve con ella, hasta el día en que se murió. Me ha marcado tanto que creo que no lo voy a superar. Di lo mejor de mí. De verdad lo hice de todo corazón.